Un Viaje a “La Provincia”

Un Viaje ala Provincia

 La provincia, nunca me agrado la palabra, y desafortunadamente, su significada nos dice y se refiere a lo que esta mas “alla” de la ciudad, o de los grandes, suburbios. En realidad, no esta mal pensar que fuera de México es la “provincia”. Lo que siempre cuestione fue la forma despectiva ala alusión de los pueblos.

Me hubiera gustado mas escuchar a mis paisanos que vivan en el DF decir: fui de viaje a Juliantla, en lugar de referirse al pueblo en las montañas como la Provincia. Pero en fin, parece que todos los habitantes de México van a preferir nombrarnos como “provincia y provincianos” que nombrar a los pueblos por su propio nombre y decir Juliantlas o los de Juliantla.

 Desde chavo me llamo la atención la ciudad del distrito federal no solo porque se veía diferente en la televisión blanco y negro, también porque durante las fiestas de juliantla llegaban los amigos y familiares de México y otros estados de la Republica de visita, los contrastes se notaban inmediatamente los primos del DF llegaban al pueblo con los atuendos de moda, “Los Lewis, las playeras del cocodrilo y las botas Ringo muy populares”. Nosotros nos vestíamos con lo tradicional de pueblo además de huaraches. Nunca faltaba la guitarra, porque es bien sabido que en Juliantla, el 100% de las fiestas terminan en parrandas de dos o tres dias.

 Nosotros en Juliantla , teníamos nuestras propias tradiciones y costumbres, al servicio de transporte, le llamabamos “ La combi” los de afuera decían o preguntaban “a que hora pasa la ruta?” Así era la vida de todos los días. En aquella ocasión y celebrando mi cumpleaños me fui de paseo a la cd. De México, a la “san Felipe de Jesús” colonia donde vivían los primos: Alfredo, Jorge, y Jaime Mundo grandes amigos además de familiares que con ,mucha frecuencia visitaban Juliantla y terminábamos el paseo con unas parrandas bien ranchereas ala luz de la luna. Una familia bien amable, que me recibió con gusto y atención mi tía les explico a los vecinos, es mi sobrino que viene de la provincia ( me hubiera gustado mas que venia de juliantla ) Al anochecer y despuies de cenar nos fuimos ala terraza del edificio de tres pisos y entre cigarrillos y tinacos de agua y lavaderos improvisamos una parranda, el alcohol nos ayudo a entonar las canciones que siempre cantábamos en el pueblo no dudo ni un momento que los vecinos de la colonia hayan intentado llamar a “la ley” como le llaman ala autoridad en la ciudad.

El cielo estaba completamente cubierto de smog y el olor de la Cd. era un poco desagradable, fue cuando comprendí porque les gustaba tanto viajar a Juliantla.

Un amigo de mis primos “el cocol” dijo que quería conocer Juliantla para comprobar la existencia de las estrellas, yo comencé a reírme porque nos confeso que el solo conocía las estrellas que se veían en la tele.

Después de un buen rato de relajo chistes y canciones una voz nos dijo que ya era tarde y que nos fuéramos a dormir. Al día siguiente regrese a Juliantla fue mi cumpleaños numero 17 y lo recuerdo, muy inolvidable. Al poco tiempo, a finales de octubre sin previo aviso pues no había teléfono en Juliantla Llegaron mis primos Jorge, Jaime Alfredo junto con Ellos, el “cocol” ( nunca supe su nombre) que como me decía era la primera vez que “viajaba ala provincia” Por la tarde comenzamos a cantar y en la nochecita alguien del pueblo nos dijo que se estaba celebrando una boda en san Juan de dios un pueblo ubicado entre lomeríos a las faldas de las montañas  a unos 20 minutos de Juliantla.

Animados por la música y la fiesta nos fuimos caminando rumbo a san Juan, el cielo estaba completamente despejado y las estrellas y luceros comenzaban su ritual. Con una brillantez infinita, o medio camino, “el cocol’ cayo desmayado, por un momento pensé, que tal vez padecía de ataques epilépticos, Pero cuando comenzó a hablar tirado en la grama del bosque y mirando el cielo gritaba fuera de si “ Shales ñero, no manches guey, el cielo si existe puedo tocar las estrellas con mis manos…. “

Claro que lo entendí pues en la ciudad de México difícilmente puedes admirar el infinito en todo su esplendor, confundido y desorientado, quizás por la altura del pueblo  el “cocol” siguió fantaseando con las estrellas. En san Juan nos dieron de cenar y estuvimos solo por un momento en la fiesta escuchando la música de la banda mas popular de pueblo, “Los Acostados”Ya de regreso a Juliantla y en la fuente que ahora es el zócalo comenzó la parranda, con canciones de José Alfredo Jiménez Vicente Fernández y nuestro paisano Joan Sebastian, quien cuenta con un repertorio bien completo para una noche completa de parranda.

A pesar de contar con una buena dotación de carmencitas y brandi ya de madrugada nos sorprendió “el Taconazo” Rufino Figueroa. Un personaje que por varias décadas fue el anfitrión oficial en las noches de parranda en Juliantla. El tacón como le decíamos con afecto era un tipo con grandes cualidades fue boxeador profesional, su máxima pelea fue con aquel lejendario acapulqueño y campeón de mundo el costeñito morales.

El taconazo, lo encontraban fácilmente en Juliantla, era amigo de todos y también sabia tocar la guitarra y cantar. Nos invito a cenar a su casa no había servicio eléctrico, y encendió el fogón y en unos instantes nos preparo unas tortas de asadura y carne de puerco que fueron una delicia. Al darse cuenta que ya no teníamos brandi, nos dijo: no se preocupen y en breve nos ofreció  aquellas famosas “cubas “ con alcohol del 96 y fanta de naranja.

fue una noche inolvidable con música, comida exquisita y la compañía de amigos y familia que tuvieron la suerte de conocer las estrellas en su viaje a la provincia.  

Agustín Figueroa

Juliantla Guerrero México 2007